La combinación del uso de la sal común y un sistema de electrólisis que convierte esta en cloro, evita el uso de productos químicos. El cloro producido mediante este proceso es más natural y provoca menos irritaciones en los ojos y las mucosas y el típico olor del cloro.
A pesar de que la inversión inicial es superior, el sistema de cloración salina puede generar un ahorro de hasta un 90% en la compra de productos de mantenimiento. Los únicos productos que necesitarás son estabilizante (solo en la puesta en marcha del equipo), reductor o aumentador de pH y sal para piscinas o sal común con un índice de pureza mínimo del 90%.
Los espacios destinados a las depuradoras de cloro tradicional soportan ambientes corrosivos y perjudiciales tanto para equipos de la depuradora, con su posterior deterioro, como para las personas que deben observar ciertas precauciones en el manejo de estas. La cloración salina evita estos problemas ya que el cloro se produce dentro de la tubería y se inyecta directamente al circuito de agua de la piscina.
Sistemas adecuados para piscinas privadas y públicas, dotados de módulos opcionales para control domótico, y automatización de ciclos mediante sondas.